Ayer jueves 5 de junio, visité a Mapi (María del Pilar Fortunic Oliveira), a quien fastidio como la “Diosa Chalaca”, pero ojo, no porque ella sea una belleza perteneciente a Chollywood de hilitos dentales o líos de barriada televisiva, siendo mi amiga la título así, porque es en todo el país nuestro maravilloso, la única representante humana que respira arena marina entre el limite continental y la isla más grande del país investigando desde pequeña, sus orígenes geológicos, evoluciones, ecología, influencias socio antropológicas y además, como persona profunda que es, rebasa los límites humanos, alcanzando tocar esa superficie no estudiada debidamente de la ciencia incaica milenaria que logro esa comunión armónica entre la naturaleza y el cosmos.
Una vez que Mapi me avisa vía mail que vaya a recoger el libro que me entregaría por haberla apoyado, ya en su casa rápidamente hicimos una revisión de todo lo recorrido desde que nos conocimos en ese año primigenio de visitas de investigación a la isla San Lorenzo, (a la cual no me digiere llamarla así, más la nombro siempre con su nombre natural de: Shinna, de origen aimara o tal vez del ande profundo proto histórico antediluviano).
Para ser breve, todo lo dicho esta noche llego a un angulo de encuentro con lo magnético de estos lugares pendientes de investigación científica ante lo mágico de su mundo. Por ello me quede con su cuarta conclusión en su página 300 de este gran libro “El Señor del Mar y el espacio sagrado prehispánico La Isla San Lorenzo” donde expresa claramente y copio textualmente: “…más que una hipótesis que planteamos como punto de partida para las siguientes etapas, es que estos santuarios de la geografía sagrada son yacimientos energéticos. Medir su magnetismo, electromagnetismo u otro tipo de energía particular sería un gran avance que nos daría pautas sobre su calidad energética. Estos santuarios forman parte de un complejo geográfico-astronómico mayor, que consideramos abarca gran parte del territorio nacional, muchos de ellos ya reconocidos y protegidos por el Estado, como el Santuario de Machu Picchu, las Líneas de Nazca, las Lomas de Lachay, la Meseta de Marcahuasi y el Lago Titicaca”.
Como verán, se menciona a Marcahuasi, mi hogar cósmico, lugar magnético de este país por excelencia respetado y temido por la serie de fenómenos que se dan tanto para crédulos y escépticos sin mayor esfuerzo ni estudio. Si Mapi se quedó con la isla, la meseta la hice mía. Cabe recordar que en su pagina 189 adelanta su curiosidad de ver la isla desde esta meseta.
Esta reunión ha motivado nuevas inquietudes y profundización de todos los materiales reunidos por ambas partes, y se exige una expedición de amplio espectro, bajo mis condiciones de aventura más allá de la ciencia y con el rigor de las leyes del ande cosmobiológico hacia la roca padre de Marcahuasi. Los polos magnéticos se van acercando.
Es de lectura obligada su publicación sobre la isla, sobre todo para los chalacos y luego por parte de preocupados del ande y la ecología ahora que se nos viene tanto desorden global.