Garbo, Fina Estampa y Salero
Debo mencionar de cuajo al inicio de esta charla a mi amigo de eternos debates sobre Callao, Lima y Provincias; Hermilio Vega Garrido, con quien hemos desmenuzado a la sociedad de esta parte del continente tan seguido que una placa de rayos “X” queda chica para demostrar tal registro. Con él llevo una relación tan antigua como el puesto que ostenta tras más de veinticinco años en el primer cargo cultural del puerto del pacifico, desde épocas en que solo existía la Casa de la Cultura y no lo que es hoy el mal llamado Instituto Regional de Cultura del cual es Director.
Entre los debates fanáticos en que nos hemos enfrascado, abstraído y compenetrado, hay uno que de soslayo tocamos una vez y ya casi en el olvido lo rescato para dejar constancia de nuestra amplia óptica solitaria. La mujer peruana, …y como no! la especial a la carta como lo es la mujer chalaca.
Deporte total
Y es que el verdadero encanto de nuestras calles constituido está definitivamente en sus mujeres. Basta dar una ojeada de vuelta rápida de página a la esquina de Jr. Washington y Sáenz Peña, donde encontramos a una bozarrona y escandalosa que a falta de pierna le sobran lisuras a granel así como de sus intenciones más notorias, dominar todo. Pero este tema no va por ese camino pues solo decoro un poco lo que detrás de esta bruma inexistente; mi verdadero rumbo lleva uno muy brillante para regocijo de historiadores, degustación de sociólogos e inspiración de antropólogos.
Nuestra sociedad recorre hoy ritmos globales de vida, las ciudades no son ya solo físicas y los medios de comunicación trasladan a la velocidad de la luz tantos aires europeos como de cualquier otro continente y ya con Stephen Hopking se incluyen las atmosferas espaciales y de limites cósmicos.
Con ello llegan las modas y nuevas costumbres. Y los seres más susceptibles de coger rápida onda nueva son nada menos que las féminas elementales. Todo ello se combina aquí con nuestra gracia criolla, rebelde en fin al total influjo, imprime su modismo personalísimo. Pero todo gracias a ese carácter que imprimen nuestras cholas criollas o las que se acriollan. Y esto las enseñorea de una manera tan especial y análoga a la actitud «Maja» de las españolas, solo que con una pisca de sabor latino muy nuestro: El Maternal, que es insuperable. O sea, cálidas, sentimentales, sensuales, llegando hasta el erotismo formal como el que vemos con bendición sacra en portadas de los diarios como el Trome, Popular, Libero, Aja y otras biblias de consumo masivo popular.
Traseros Cool Contemporaneo
Sin darnos cuenta, ellas son las que no tienen hipérbole en afirmar que reinan como absolutas señoras, inundando nuestras vidas y dominando las facultades de cada hombre, al cual no se sustraen ni los adustos varones de otros países, que principian por sorprenderse y murmurar de nosotros y acaban sometiéndose con pasividad más grande que la de nuestros compatriotas, verbigracia tenemos al Gringo Karp, corsario moderno sin ton ni son.
Pero para salir un poco del tema de la calle, que es por donde aparentemente recorre hasta ahora el tema, pongámonos en lo formal, asistamos por ejemplo a un pasado no muy remoto, por ejemplo, un baile, un gran baile en el “Club de la Unión”, limeño epicentro telúrico de toda negociación de alto nivel de la gran alta sociedad donde forzosamente durante algunas horas confluyen cual magna ígneo en perfecta fusión se hace presente la clase femenina más elevada por sabana o por fortuna, con la media, intermedia que es más numerosa, pero competente en atractivos.
Perfil Italolatina
Y lo narro porque mi padre fue socio fiel de este honorable recinto y nos llevo a varias reuniones en familia y en otras solo de varones, siendo por ello testigo privilegiado de este mundo tan bello. Me refiero al femenino, mis cacatúas lectores amigos de Ricardo Belmont “El Obsceno”.
Y es en este lugar que vi igual belleza en competencia hasta desleal por tener pájaro en mano que cientos volando, mas sobre todo si heredero sería del gran banco de Raimondi, sin importar que otras ventajas exigir. Y tal como lo diría un formal homo erectus intelectus, aquí se unían el cielo y la tierra, las diosas, ángeles, querubines, ninfas, walkyrias, germánicas doradas, pelinegras voluptuosas de Persia, mujeres con nevados cutis septentrionales, o morenas con un sol atlante por piel, pero todas en suma de purezas de formas, gracia de movimientos muy equilibrados y acoplados vestido.
A diferencia de las bellas cholas de la calle o tecno-cumbieras por decir una especie, las que vi en noches de tules, raso y sedas importadas en el Club, destacan sus bellas pero pequeñas cabecitas que portan delineados rostros perfilados de finos bordes, fisonomías agradables de fragilidad que no soportarían un perreo brutal y menos un brinco salsero de replana, todas aquí son como dibujos animados, las sonrisas son un cliché como un rumor celestial. A esto añadimos las picaras miradas secuestradoras.
Garbo, salero y finesa
Pero retornando al suelo terráqueo, pisemos realidad un rato más, y démonos cuenta de que vivimos en una parte del planeta donde la que domina es la hembra, sea de la alta sociedad, de la baja o la de la esquina. Pero de lo que no podemos quejarnos es que nuestras mujeres son “Honradas” como pareja cuando asume su condición. Si no recordemos a las rabonas en el conflicto con los amigos ambiciosos del sur, que fiel al castigo llevaron el yugo del dolor acuestas en todo el camino para palear y mitigar el hambre o las dolencias. Dicho sea de paso, es la educación que dieron las abuelas las que han marcado la pauta a tal conducta sumisa de nuestras reinas, entre comillas. (que de sumisas nada tienen)
Y que mejor escenario el nuestro que vemos a diario como se matan entre colosos por ellas. Por esa femineidad inclusiva, absorbente, subyugante.
Un piropo lanzado a quemarropa no las ofende así sea la más circunspecta, cosa que no se da en otros hemisferios donde te espera la cárcel ante tal arremetida verbal. Pero aun así, no basta un verso florido para dominar a la leona escondida potencialmente sensual. Y lo experimente cuando en Madrid andando con mi reciente aterrizado primo saliendo del aeropuerto se mando con un piropo barraconero a la chola española que al parecer no molesto pues paso de largo sin inmutarse pero a los minutos regresaba con los gendarmes para detener al invasor, al acosador depravado de mi primo. Lo salvo su sello de recién llegado a tierras indiferentes.
Anfitrionas de eventos
Llegado a esta parte del tema, me agradaría pasarles textualmente una descripción plena y total que encuentro en la publicación Prisma N°7 del 1 de febrero de 1906, dice, Carlos G. Amezaga: “Si á la gracia y al mimo llamamos sensualidad, la limeña es indudablemente sensual, pero ¿Qué hombre de mediana experiencia confunde las caricias que vienen del alma, de la parte noble del “Ser”, con aquellas otras del cuerpo y que envilece a la mujer que más la prodiga?…La mujer que se abandona al ardor de su sangre, siempre es esclava. La limeña al contrario es reina, porque domina su cuerpo y lo mantiene para gobernar al hombre á su antojo, en la temperatura que le conviene. El cuerpo, despreciable materia, sirve a las limeñas como un caballo hermoso y bien enfrenado; llevando al paso ó a la carrera, le azotan, le fatigan, y quebrantan a voluntad”
Vemos entonces el alerta del peligro del enemigo, son inteligentes a diferencia del resto del planeta. Su tendencia es dominadora, signo de capacidad alarmante.
Hechos tenemos de cómo se han traído abajo leyes, decretos, diputados, senadores, congresistas, alcaldes, ministros y presidentes. Y porque no mencionar que hasta reyes sucumbieron a la presión de alguna dama de la sociedad limeña en ajustarse los pantalones ante su petición con las colonias, como lo hiciera la marquesa de Peñahoradada a través de sus gafas de Venecia. Oh, como cuando en 1886 el padre Cappa llamó “Sansones sin pelo” a sus enemigos peruanos dominados a punto de abanicazos.
Ahora, para finalizar, cuando es que esta especie poderosa se rinde, cuando es que el marido cobra venganza sobre estas orgullosas reinas, pues nada menos que en la maternidad. Es en ese momento que la engreída sin miramiento por el marido se doblega en humilde esclava del fruto de sus amores. Y por ello no hay muchacho mas malcriado que los nuestros a manera de hipotenusa de la falta de sindéresis femenina concluyente.
Elegancia de las Chalacas
Hoy no hay mas cuerpos enfundados en frondosos trajes con fajines o corsés que detallen la cintura envidiable de las peruanas de antaño y que la cantante Thalía osó imitar con una quirúrgica operación del retiro de dos costillas en tiempos modernos, hoy nuestras mujeres lucen toda su mercadería al sol al mejor postor con diminutas telitas o hilitos que no dejan nada para el confesor, a tal punto es hoy la desleal competencia contra nuestras esculturales chicas que tienen que traer desde el otro costado del continente a una esquelética que uso de artificio el celular de pecho en pleno mundial para que una hambrienta firma cervecera la contrate en exclusiva cuando acá el material carnal abunda entre líos chollywoodienses entre bailes artificiales de tv entre canal y canal por centavos. Cosas del Orinoco, tu no conoces pero Yo “Invoco”, esta es mía. Jajajaa (debí decir: Emboco, pero cuidado el “Obsceno” me excomulgue).
Verano de Cola
Hoy sin tanto esfuerzo podernos verlas a las nuestras en cueros, hasta tocarlas en una de sus presentaciones, y apreciar que el equilibrio de toda su belleza no está en su rostro que puede estar escondido detrás del escandaloso maquillaje, si no que está en una buena cinturita (que envidia otra vez lo digo, Thalía, si me refiero a la esposa mexicana de Tony Motola), y sumamos a esta perfectas curvas de guitarra peruana las pronunciadas caderas hoy perfeccionadas en glúteos de olimpiada en los Gym y gimnasios que nos ha hecho merecedores a tener a nivel mundial el culo más bello del planeta en la no muy agraciada de Vanesa Tello.
Y si esto le sumamos que nuestras chalacas meten puñete al infiel, ya esto lo dejamos para otra charla de café.
Concluimos con Hermilio, cucufatos o no, de todos modos, reinan como por obra del demonio en nuestras sacras tierras para envidia del planeta. De todos modos…Me quedo con mi chola…y no se cual de nosotros dos es el más pisau…♫